Taller vivencial donde se proporcionan recursos útiles  y creativos, para realizar la tarea educativa y docente con consciencia, desde la serenidad y la confianza.

Esta actividad de 7 horas de duración, se dirige a educadores, docentes, padres, madres, tutores y personas interesadas conscientes de la importancia de disfrutar de una Educación Integral Saludable para crecer armónicamente y para poder vivir con plenitud.

A toda persona que desea continuar evolucionando para ofrecer lo mejor de sí misma a los niños, niñas, adolescentes, jóvenes y adultos de hoy. A personas que quieren abrirse al conocimiento de nuevas perspectivas y herramientas, que quieren aprender y compartir, que agradecen un apoyo en los retos diarios de la tarea de educar.

La dinámica de la actividad se realiza de forma vivencial, interactiva, creativa y lúdica, proporcionando a los participantes, información técnica y rigurosa, que  incorpora aprendizajes y descubrimientos de los nuevos paradigmas científcos-espirituales en el ámbito pedagógico y de la salud.

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A nivel práctico, se utilizan herramientas y procedimientos de carácter holístico, es decir, que atienden de forma  conjunta todos los aspectos que facilitan el crecimiento   armónico de la persona, con los que se hace un trabajo pedagógico y saludable, riguroso, profundo y al mismo tiempo, de forma divertida.

Lo que se pretende con esta actividad es facilitar herramientas holísticas, creativas, eficaces y fáciles de aplicar en la vida cotidiana, para gestionar saludablemente situaciones de estrés, a nivel personal y en cualquier  ámbito educativo y docente, en sincronía con las necesidades y perfil de los niños, niñas, adolescentes y jóvenes de hoy.

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Son herramientas que nos ayudan y entrenan en el día a día para:

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• Disfrutar de la tarea de educar sin miedos y preocupaciones innecesarias;

• Funcionar de forma más serena, fluida, sabia, constructiva y confiada;

• No desgastarse energéticamente. Reducir el cansancio;

• Ser más conscientes de las verdaderas demandas de nuestros hijos y alumnos para poderlas atender de forma eficaz;

• Actuar de forma más coherente, entre lo que sentimos, pensamos, hacemos y decimos;

• Darse la oportunidad de equivocarse y aprender;

• Darse cuenta de la sabiduría de nuestros hijos y alumnos y aprender de ellos.

• Incorporar la diversión y el juego en la tarea educativa.